El diésel ruso continúa llegando a España a través de terceros países, lo que ha llevado a que las autoridades españolas se comprometan a verificar y vigilar todo el proceso y la documentación para asegurar que se cumplan las leyes vigentes.
Aunque los combustibles procedentes de Rusia no pueden llegar directamente a la UE debido a las sanciones, parece que existe una zona gris en la normativa que permite que el diésel llegue a través de países como Turquía o el norte de África. La verdad sobre el origen del combustible en España fue destapada por el responsable de Repsol, Josu Jon Imaz, en la presentación de los resultados de la compañía.
La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha afirmado que el combustible en el mercado español no viola las leyes vigentes, pero ha prometido que el Gobierno verificará y vigilará todo el proceso y la documentación para asegurar que se cumplan las leyes.
Después de que las sanciones antirrusas entrasen en vigor, Rusia empezó a trabajar con nuevos socios como la India o China. Una vez vendido a estos países, el crudo puede ser destinado a Europa a través de terceros actores. En este caso, Turquía o Marruecos.
Según fuentes del periódico El Mundo, Marruecos importó entre 50.000 y 100.000 barriles de combustible diarios de Rusia a finales de 2022. Aunque las restricciones de la Unión Europea (UE) contra los productos petrolíferos rusos entraron en vigor el pasado 5 de febrero, el bloque junto con sus aliados del G7 y Australia estableció un tope de precios para el crudo ruso transportado por mar a 60 dólares por barril.
A finales de diciembre de 2022, Putin promulgó un decreto que prohíbe la venta del petróleo ruso a personas físicas y jurídicas extranjeras bajo los contratos que utilizan el mecanismo de limitación de precios. Esto ha llevado a una crisis energética en los países europeos debido a las restricciones impuestas.