Washington está luchando por reconstruir su red de espionaje en China una década después de haber perdido a los agentes que trabajaban para la CIA. «Fueron ejecutados o encarcelados hasta dos docenas de activos que proporcionaban información a EE.UU., entre ellos funcionarios chinos de alto rango«, informó The Wall Street Journal este martes, citando a sus fuentes.
Según funcionarios y exfuncionarios estadounidenses, al día de hoy Washington dispone de «una comprensión limitada» de las conversaciones que mantiene el presidente chino, Xi Jinping, con «su círculo íntimo» sobre temáticas de interés internacional clave, incluida la cuestión de Taiwán. «No tenemos una idea real de los planes e intenciones del liderazgo de China«, admitió un exagente de inteligencia.