Corea del Norte ha acusado a Estados Unidos de amenazar su soberanía y seguridad con mayor persistencia que nunca, llegando a un umbral de tensión inaceptable. Según un informe reciente del Instituto para Asuntos Norteamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano, los movimientos belicosos de Estados Unidos han llevado las tensiones militares en la península de Corea y el noreste de Asia a una situación extremadamente inestable, al borde de una guerra nuclear.
El informe detalla las intervenciones de Estados Unidos en la política de la región, así como sus interacciones con el «régimen títere» surcoreano. Además, compara las tensiones militares actuales con la situación previa al estallido de la Guerra de Corea en 1950.
El documento advierte que este año Estados Unidos ha aumentado sus actos hostiles al socavar deliberadamente la soberanía y seguridad de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), y que la gravedad de estas acciones ha alcanzado un nivel intolerable.
Corea del Norte advierte que si estallara una guerra en la península, rápidamente se convertiría en una guerra mundial y termonuclear sin precedentes, con consecuencias catastróficas e irreversibles para la paz y seguridad regional y mundial.
Ante esta situación, Corea del Norte ha afirmado que continuará fortaleciendo sus capacidades de autodefensa para salvaguardar su soberanía, dignidad y seguridad, y preservar la paz y la estabilidad regional. Sin embargo, señala que esto solo cambiará si Estados Unidos abandona su política hostil y retira sus persistentes amenazas militares contra Corea del Norte.