Un tribunal federal de Nueva York condenó a dos ciudadanos estadounidenses, John Miller y Sarah Thompson, a 7 y 5 años de prisión, respectivamente, por tráfico de fentanilo y metanfetaminas. Los acusados formaban parte de una red que distribuía narcóticos en varios estados.
La DEA lideró la investigación, descubriendo que la red operaba desde México, utilizando rutas clandestinas para introducir drogas en EE. UU. Los arrestos ocurrieron en 2024 tras un operativo que incautó 50 kilogramos de sustancias y 1.2 millones de dólares en efectivo.
El fiscal resaltó que estas sentencias debilitan el narcotráfico y buscan disuadir a otros criminales. El caso refleja la crisis de opioides en EE. UU., donde el fentanilo ha incrementado las sobredosis, según organismos internacionales.
Expertos señalan que, pese a los esfuerzos por desarticular estas redes, la alta demanda de drogas en el país sigue siendo un reto para las autoridades.
