En su discurso de despedida a la nación desde la Oficina Oval, el presidente Joe Biden advirtió anoche que en Estados Unidos está surgiendo una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia, lo que representa una amenaza real para la democracia, los derechos y libertades fundamentales, así como para las oportunidades de progreso equitativo. Expresó su preocupación por la concentración de poder en manos de unos pocos individuos ultrarricos y los riesgos que esto implica si no se controla el abuso de poder. Aunque no mencionó explícitamente a su sucesor, Donald Trump, ni a Elon Musk, destacó que la concentración de poder recuerda a la de los barones ladrones de hace más de un siglo, quienes fueron controlados mediante políticas antimonopolio, un tema que su administración ha priorizado. Aseguró que no se trataba de castigar a los ricos, sino de obligarlos a seguir las reglas establecidas para todos. Subrayó que gracias a estas acciones se construyó la clase media más grande y un siglo de prosperidad sin igual, y que es necesario repetir ese proceso.
Biden también expresó preocupaciones similares a las de Dwight Eisenhower sobre el complejo militar-industrial, alertando sobre el posible surgimiento de un complejo industrial tecnológico que podría ser igualmente perjudicial para el país. Denunció la proliferación de desinformación, que contribuye al abuso de poder, y el deterioro de la prensa libre, que se ve reemplazada por mentiras con fines de poder y ganancias. Reiteró la necesidad de responsabilizar a las plataformas sociales para proteger la democracia, a las familias y a los niños.
El presidente también criticó los planes de Trump de desmantelar las protecciones ambientales y retirarse de acuerdos internacionales para enfrentar el cambio climático, advirtiendo sobre las fuerzas que buscan eliminar las medidas climáticas por intereses personales. En cuanto a la inteligencia artificial, defendió que Estados Unidos debería liderar su desarrollo, no China, considerando esta tecnología como la más importante de la era actual.
Biden destacó que su gobierno logró sacar a la economía de la crisis derivada de la pandemia y fortaleció las alianzas internacionales de Estados Unidos, aunque reconoció que los efectos completos de sus políticas se verán con el tiempo. En su conclusión, instó a los estadounidenses a ser guardianes de su visión del país y a mantener la fe en la nación. También agradeció el honor de servir y concluyó con un mensaje de esperanza y apoyo a las tropas estadounidenses.
Poco antes de su discurso, Biden se atribuyó el mérito del acuerdo de alto el fuego en Gaza y recordó que su administración ha proporcionado 26 mil millones de dólares en asistencia militar a Israel desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, lo que se suma a los 310 mil millones de dólares en ayuda que Estados Unidos ha otorgado a Israel desde su fundación.