Una filtración masiva ha expuesto uno de los enfrentamientos más delicados y ocultos del panorama empresarial mexicano: el conflicto entre Grupo Televisa y Carlos Slim Helú, dos de las fuerzas más influyentes del país. Lo que durante décadas fue una relación estratégica, ahora queda al descubierto como una guerra soterrada por el control del poder económico, mediático y narrativo de México.
De acuerdo con una investigación de Aristegui Noticias, más de 5 terabytes de documentos filtrados desde el interior de Televisa revelan una operación estructurada para dañar la imagen pública del empresario más rico del país y de sus compañías, principalmente América Móvil y Grupo Carso. Entre los hallazgos destacan campañas de desinformación, perfiles falsos en redes sociales, uso de bots y manipulación mediática diseñada por un presunto equipo interno denominado “Palomar”.
De aliados a rivales: una enemistad de alto impacto
En los años noventa, Carlos Slim fue clave en el rescate financiero de Televisa, que en ese momento atravesaba una crisis profunda. Sin embargo, con el paso del tiempo, sus intereses empresariales comenzaron a chocar, particularmente en sectores como telefonía, televisión de paga, internet y, más notoriamente, en los derechos de transmisión del fútbol mexicano, uno de los negocios más rentables de la televisora.
Uno de los puntos más álgidos ocurrió en 2017, cuando América Móvil, en alianza con NBC Universal y Telemundo, intentó adquirir los derechos de transmisión de la selección mexicana por 220 millones de dólares, movida percibida por Televisa como un ataque frontal a su hegemonía deportiva.
Manipulación informativa tras la tragedia de la Línea 12
El episodio más controvertido de esta filtración involucra la tragedia del colapso de la Línea 12 del Metro en mayo de 2021, donde murieron 26 personas. Los documentos apuntan a que Televisa habría orquestado una campaña mediática para culpar exclusivamente a Grupo Carso, minimizando la responsabilidad de otras constructoras implicadas, como ICA, presuntamente con vínculos cercanos a ejecutivos de la televisora.
La estrategia incluyó el uso de redes sociales, bots y cobertura en medios aliados para promover una versión única del desastre, favoreciendo intereses corporativos por encima de la verdad. De confirmarse, se trataría de un caso emblemático de manipulación informativa a gran escala con motivaciones empresariales.
El poder detrás del poder
La filtración no solo expone un conflicto empresarial. Pone en evidencia cómo se construyen narrativas públicas, se moldean percepciones sociales y se influye en la agenda nacional desde las cúpulas del poder económico. Televisa, con su histórica influencia en la opinión pública, habría utilizado sus recursos para defender su posición ante el avance de Slim en industrias clave.
Hasta el momento, ninguna de las partes ha emitido declaraciones oficiales sobre los señalamientos, pero el contenido de la filtración plantea dudas profundas sobre los límites éticos del poder empresarial y el uso de medios de comunicación con fines privados o políticos.
Conclusión: un conflicto que sacude los cimientos informativos
La batalla entre Televisa y Carlos Slim no se reduce a una simple rivalidad empresarial; es un reflejo del control que ciertas élites tienen sobre la información, y de cómo esa influencia puede ser utilizada para proteger intereses o castigar adversarios. En un país donde los medios siguen siendo una herramienta clave del poder, estas revelaciones invitan a una discusión urgente sobre ética, transparencia y pluralidad informativa.