La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reveló el pasado viernes que envió una carta al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de evitar la implementación de aranceles del 25% al acero y aluminio, que fueron anunciados el lunes por la administración estadounidense. En la misiva, Sheinbaum expone que Estados Unidos tiene un superávit de 6.897 millones de dólares con México en el comercio de estos metales, lo que, a su juicio, hace innecesarios los impuestos adicionales.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó: “El día de ayer mandé una carta al presidente Trump con la gráfica del superávit que tiene Estados Unidos con México en el caso del acero y del aluminio”. De acuerdo con Sheinbaum, la razón de los aranceles planteados por Trump tiene que ver con la supuesta situación de déficit comercial de Estados Unidos en relación con otros países, pero en el caso específico de México, la situación es diferente. “Estados Unidos exporta más de lo que importa en acero y aluminio de México, por lo que no tiene sentido imponer los aranceles”, señaló.
En su carta, la presidenta detalló la información presentada previamente por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien sostuvo que, a diferencia de países como Australia, Canadá y China, Estados Unidos tiene un superávit comercial con México en cuanto a los metales mencionados. Ebrard también destacó que México es el principal destino de las exportaciones de productos siderúrgicos de Estados Unidos, representando el 52% de las ventas externas globales de estos productos al cierre de 2024.
Además, el secretario de Economía precisó que entre el 80% y el 90% del comercio de la industria automotriz de Estados Unidos se realiza con México y Canadá, lo que haría que los aranceles tuvieran un impacto directo y negativo sobre el sector. Este dato resulta especialmente relevante dado que la industria automotriz es un pilar fundamental de la economía de ambos países.
Analistas económicos han señalado que los aranceles podrían tener consecuencias significativas para México, que es el tercer mayor proveedor de acero y aluminio a Estados Unidos, solo por detrás de Canadá y Brasil. Según el Instituto Estadounidense del Hierro y Acero, el comercio de estos metales representa una parte importante de las relaciones comerciales bilaterales.
Además, un informe del Banco Base reveló que el 82% de las exportaciones mexicanas de acero, aluminio y sus manufacturas tienen como destino Estados Unidos, lo que pone en evidencia la estrecha relación comercial entre ambos países en este sector.
A pesar de las tensiones que podrían generar estas medidas, Sheinbaum fue clara al señalar que, en la relación con Estados Unidos, «hay coordinación». En respuesta a los cuestionamientos sobre si las medidas de Trump generarían tensiones, la presidenta reiteró la postura de México, afirmando que “nuestra posición siempre va a ser la misma: coordinación, colaboración, sin subordinación, la soberanía no es negociable”.