El sector bancario de Estados Unidos podría enfrentar recortes de calificación, incluyendo a empresas prominentes como JPMorgan Chase y Bank of America, debido al deterioro de la salud de la industria, según advirtió el analista de Fitch, Chris Wolfe, en una entrevista con CNBC el martes.
Wolfe señaló que Fitch redujo su evaluación del «entorno operativo» de la industria bancaria en junio debido a la presión sobre la calificación crediticia del país, la exposición de brechas regulatorias por las quiebras de bancos regionales y la incertidumbre en torno a las tasas de interés.
Aunque este recorte no resultó en una disminución inmediata de las calificaciones de los bancos, Wolfe advirtió que un nuevo recorte de un escalón, de AA- a A+, obligaría a Fitch a revisar las calificaciones de más de 70 bancos estadounidenses que cubren.
El analista enfatizó que los bancos no pueden tener una calificación más alta que el entorno en el que operan, y movimientos hacia una calificación más baja podrían tener implicaciones en las acciones de calificación negativas.
Wolfe no proporcionó detalles sobre el momento de posibles rebajas o su impacto en empresas con calificaciones inferiores. Indicó: «Tendríamos que tomar algunas decisiones, tanto en términos absolutos como relativos».
Esta advertencia sigue al recorte de calificación realizado la semana pasada por Moody’s en 10 bancos pequeños y medianos de EE. UU., con advertencias sobre posibles recortes para otros 17 prestamistas, incluyendo instituciones más grandes. A principios de este mes, Fitch redujo la calificación crediticia a largo plazo de Estados Unidos, citando disfunciones políticas y crecientes cargas de deuda como razones detrás de la medida.
La incertidumbre en torno a la salud y la resiliencia del sector bancario estadounidense plantea preocupaciones sobre su estabilidad y capacidad para resistir las presiones económicas en curso.
