Las remesas enviadas a México registraron una caída significativa en abril, totalizando 4,761 millones de dólares, una contracción del 12.1% respecto al mismo mes de 2024, según datos del Banco de México (Banxico). Esta es la mayor reducción interanual en más de una década, rompiendo una racha de meses consecutivos por encima de los 5,000 millones de dólares.
Bank of America (BofA) alertó sobre el impacto que esta baja tendrá en la economía mexicana, especialmente en estados como Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, donde las remesas son vitales para las familias y representan un porcentaje significativo del PIB local. Analistas atribuyen la caída a las políticas migratorias y laborales más estrictas en Estados Unidos, principal origen de estos flujos, así como a la ofensiva migratoria impulsada por la administración Trump.
Expertos advierten que esta tendencia podría agravar el riesgo de recesión en 2025 y aumentar la pobreza en regiones vulnerables. A pesar del incremento acumulado del 12.17% en los últimos 12 meses, con 64,833 millones de dólares, la desaceleración genera preocupación. El gobierno mexicano analiza las causas, mientras se espera el dato de mayo para evaluar si la caída persiste.