Según un informe de Reuters, una investigación parlamentaria sobre el colapso del gigante bancario suizo Credit Suisse ha decidido mantener sus archivos confidenciales durante un período de cincuenta años. El comité parlamentario encargado de la investigación entregará los archivos a los Archivos Federales Suizos después de más de los treinta años habituales, con el objetivo de garantizar la confidencialidad del caso. La investigación se centra en las actividades del gobierno suizo, el regulador financiero y el banco central en relación con la adquisición de emergencia de Credit Suisse.
La Sociedad Suiza de Historia ha expresado su preocupación por esta medida, y su presidente, Sacha Zala, habría escrito a la comisión destacando que el acceso a los archivos de Credit Suisse sería invaluable para futuras investigaciones científicas sobre la crisis bancaria de 2023.
Durante su primera reunión ordinaria en Berna, el comité parlamentario declaró que todas las personas involucradas en las reuniones y los interrogatorios están sujetas al deber de confidencialidad, tanto los miembros de la comisión como los propios entrevistados. Se advirtió que cualquier indiscreción podría complicar el trabajo de la comisión, dañar su credibilidad y tener consecuencias negativas para el centro financiero suizo.
Credit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza, ha enfrentado una serie de escándalos, problemas legales y salidas de clientes en los últimos años. En 2022, reportó una pérdida neta de 7.300 millones de francos suizos (8.500 millones de dólares). En marzo de este año, su mayor inversor, el Saudi National Bank, anunció que no podría brindar asistencia financiera debido a limitaciones reglamentarias y legales.
Posteriormente, UBS, rival de Credit Suisse, acordó adquirir la institución en problemas por un monto equivalente a 3.250 millones de dólares en un acuerdo negociado por el gobierno. Esta fusión representa la mayor unión bancaria desde la crisis financiera de 2008 y surgió en medio de temores crecientes sobre un posible contagio más amplio tras el colapso de varios bancos regionales en Estados Unidos. La adquisición puso fin a los 167 años de historia de Credit Suisse, lo cual ha impactado negativamente en la reputación de Suiza como un centro financiero mundial estable.