Japón está planeando crear una reserva estratégica mundial de gas natural para protegerse contra crisis energéticas como la que afectó a la UE y sus aliados el año pasado, informó Bloomberg esta semana.
El plan de Tokio se presentará a la Agencia Internacional de Energía (AIE) e implica un llamado amortiguador estratégico similar a una reserva de petróleo de emergencia, dijo el medio, citando a personas familiarizadas con el asunto.
Según se informa, Tokio sugerirá incluir su propuesta de reserva de gas en la agenda de una reunión ministerial de la AIE en febrero.
La idea de la reserva global de gas de Japón surge cuando la nación dependiente de las importaciones intensifica sus esfuerzos para garantizar que tenga suficiente combustible en medio de los precios de la energía altísimos y la intensificación de la competencia en el mercado de GNL.
El país pobre en energía depende en gran medida de los suministros externos. Tokio se ha mostrado reacio a sancionar al sector energético ruso y ha señalado repetidamente su importancia para la seguridad energética japonesa.
Japón recibió una exención del tope de precio occidental sobre las importaciones de petróleo ruso, que vio excluidos los suministros del proyecto de petróleo y gas Sakhalin-2 del Lejano Oriente. Japón también ha mantenido sus participaciones en proyectos energéticos conjuntos en Rusia.