El Kremlin casi no ve perspectivas para extender el pacto alimentario que regula las exportaciones de productos agrícolas entre Rusia y otros países, según afirmó el portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov. El acuerdo, que entró en vigor en 2010, ha sido objeto de tensión en los últimos años debido a las sanciones impuestas por países occidentales a Rusia, que han afectado a su economía y a la industria alimentaria en particular.
Peskov explicó que la parte del pacto que se refiere a Rusia no se cumple y que, por lo tanto, las perspectivas de prorrogarlo no son buenas. Aunque el portavoz no especificó cuáles son las condiciones que no se están cumpliendo, se cree que se refiere a las sanciones impuestas por otros países a la importación de productos rusos.
El acuerdo alimentario fue firmado en 2010 por los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la Unión Europea (UE), y estableció un marco para regular la exportación e importación de productos agrícolas, así como para fijar los precios y las cuotas de importación. Desde entonces, ha sido renovado varias veces, pero su aplicación ha sido cada vez más difícil debido a la tensión política y económica entre Rusia y los países occidentales.
En 2022, Rusia, Turquía y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) firmaron un acuerdo para desbloquear la exportación de grano y fertilizantes de Ucrania en medio de las hostilidades. Los representantes del Gobierno ucraniano suscribieron un documento similar con Ankara y representantes de la ONU. Además, Moscú firmó con la ONU un memorándum para facilitar la exportación de fertilizantes y productos agrícolas rusos a los mercados internacionales.
Sin embargo, la extensión del pacto alimentario se ha convertido en un tema controvertido debido a las sanciones impuestas por otros países a la importación de productos rusos, lo que ha afectado a su economía y a la industria alimentaria en particular. A pesar de la aceptación por parte de Rusia de la extensión del acuerdo, el vicecanciller ruso, Alexandr Grushkó, afirmó que Moscú aceptó la prórroga del pacto con la condición de que se cumplieran todas las promesas acerca del levantamiento de las sanciones directas e indirectas al suministro de productos agrícolas rusos a los mercados globales.
La situación ha llevado a una incertidumbre sobre el futuro del pacto alimentario y ha generado preocupación en la industria agrícola rusa, que depende en gran medida de las exportaciones. Además, la falta de un acuerdo podría afectar negativamente a otros países que dependen de las importaciones de productos agrícolas rusos, como China y la India.
El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicado en marzo de 2023 señala que la economía global experimentará una desaceleración en el crecimiento en los próximos años, lo que podría agravar aún más la situación. La deuda pública global también sigue siendo una preocupación, ya que se espera que alcance casi el 100% del PIB mundial en 2028.