La compañía OpenAI, responsable del desarrollo del chatbot de inteligencia artificial ChatGPT, expresó su disposición para colaborar con China, según las declaraciones de su director ejecutivo, Sam Altman. En una entrevista realizada el martes con Sky News, durante la Cumbre de Inteligencia Artificial en París, Altman declaró: «Nos gustaría trabajar con China», dejando clara la intención de la empresa de expandir sus horizontes y buscar asociaciones con el país asiático.
Al ser cuestionado sobre si el Gobierno de Estados Unidos permitiría dicha cooperación, Altman admitió que no podía garantizarlo con certeza. «¿Lo sé con seguridad? No. ¿Deberíamos esforzarnos al máximo? Absolutamente, sí. Creo que eso es muy importante», indicó el CEO de OpenAI, subrayando la relevancia de continuar buscando oportunidades de colaboración a nivel global, a pesar de las posibles restricciones políticas.
Altman también aprovechó la ocasión para reiterar su posición respecto a las especulaciones sobre la venta de la empresa. En los últimos meses, ha circulado información acerca de una oferta hecha por el magnate tecnológico Elon Musk, quien propuso adquirir OpenAI y sus activos por 97.400 millones de dólares. Sin embargo, Altman fue claro al rechazar esta posibilidad, afirmando rotundamente: «No está en venta». De esta manera, reafirmó su compromiso con la visión original de OpenAI y su modelo operativo como una organización sin ánimo de lucro.
La noticia de la posible colaboración con China se da en un contexto donde la competencia en el sector de la inteligencia artificial se intensifica rápidamente. En enero, la aparición de la aplicación DeepSeek, desarrollada por una ‘startup’ china, causó un fuerte impacto en los mercados tecnológicos de EE.UU. Esta app logró superar a ChatGPT, convirtiéndose en la aplicación gratuita mejor valorada de la App Store en el país norteamericano. La nueva herramienta de inteligencia artificial ofreció un rendimiento comparable al de la última versión de los productos de OpenAI, pero con un coste de entrenamiento mucho menor, lo que la convirtió en un competidor formidable en la industria.
Este tipo de desarrollos plantea un desafío para OpenAI, que se encuentra bajo una creciente presión por parte de competidores internacionales, en especial los provenientes de China, que han intensificado sus esfuerzos en el campo de la inteligencia artificial. La posible colaboración de OpenAI con China podría ser una estrategia clave para fortalecer su posición en un mercado global cada vez más competitivo, además de ofrecer nuevas oportunidades para avanzar en la investigación y el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial.
Altman, quien ha sido un defensor de la innovación tecnológica y la cooperación internacional, dejó claro que OpenAI está comprometido con su misión de desarrollar inteligencia artificial que beneficie a toda la humanidad. La apertura a trabajar con China refleja una visión global que busca maximizar el impacto positivo de la inteligencia artificial en diversas regiones del mundo, sin ignorar las complejidades políticas y económicas que podrían surgir en el proceso.
A medida que las tecnologías avanzan y la competencia crece, la colaboración internacional en el campo de la inteligencia artificial podría ser crucial para definir el futuro de la industria.
