Alemania podría sufrir interrupciones en el suministro de gas este invierno debido a la continua crisis energética, advirtió Markus Krebber, director general de la mayor empresa eléctrica del país, RWE.
Según Krebber, el clima frío amenaza la seguridad energética de la mayor economía de la UE más de un año después de que Rusia, alguna vez el principal proveedor de gas de Alemania, redujera drásticamente sus exportaciones de gas natural.
«Si hay un invierno muy frío o interrupciones en el suministro, se pueden producir situaciones muy críticas y, en consecuencia, escasez y precios significativamente más altos», afirmó el director general de RWE en una entrevista publicada el jueves en la revista económica WirtschaftsWoche.
«No tenemos ninguna reserva en el sistema gasista», advirtió Krebber, añadiendo que Alemania debería acelerar la construcción de infraestructuras de importación de gas para evitar futuras escaseces.
Antes del conflicto de Ucrania, la mayor economía de la UE cubría hasta el 40% de su demanda con gas de Rusia. El año pasado, Berlín redujo su dependencia de la energía rusa reemplazándola con importaciones de gas natural licuado (GNL) –particularmente de Estados Unidos–, que se convirtió en la principal fuente de gas para el país.
Las sanciones occidentales y el sabotaje de los oleoductos Nord Stream llevaron a Alemania a recurrir a terminales flotantes en Wilhelmshaven, Lubmin y Brunsbüttel. El país ahora está construyendo rápidamente su propia infraestructura para reemplazar el suministro ruso de gas natural.
Mientras tanto, las autoridades alemanas siguen instando a los consumidores a ahorrar gas y esperan que los precios del gas natural se mantengan altos hasta al menos 2027.
INES, el grupo de operadores alemanes de almacenamiento de gas, dijo en su actualización de gas de agosto que Alemania seguiría en riesgo de escasez de gas hasta la temporada de invierno 2026-2027 a menos que acelere la construcción de terminales de GNL adicionales, capacidad adicional de almacenamiento de gas o tuberías.
A principios de esta semana, el gobierno alemán anunció que volverá a poner en funcionamiento varias plantas de carbón en un esfuerzo por ahorrar gas y evitar cortes de suministro de energía este invierno.
