El Ministerio de Economía en Berlín advirtió el lunes que la histórica dependencia de Alemania del gas natural ruso continúa afectando al país y generando un aumento en los precios de la energía. La nación alemana, que antes de 2022 dependía en un 40% de Rusia para satisfacer su demanda de gas, sufrió los efectos de la reducción de suministros energéticos rusos el año pasado, cuando las entregas disminuyeron drásticamente o se detuvieron por completo debido a las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) en respuesta al conflicto en Ucrania.
Un representante del Ministerio de Economía señaló que la fuerte dependencia de Rusia en términos de suministro de gas ha tenido un impacto palpable en los precios de la energía, manteniéndolos en niveles elevados. A diferencia de otros países de la UE que dependían menos de la energía rusa, Alemania ha enfrentado desafíos significativos debido a esta interrupción.
Las instalaciones de almacenamiento subterráneo de gas en Alemania se encuentran en la actualidad cerca del 90% de su capacidad, según el Ministerio de Economía. Sin embargo, las autoridades advierten que un invierno frío podría plantear amenazas a la seguridad energética del país y han instado a tomar medidas de precaución, como aumentar el gas en reservas y construir terminales adicionales de Gas Natural Licuado (GNL), para evitar crisis durante la próxima temporada de calefacción.
El grupo de operadores de almacenamiento de gas INES de Alemania ya había advertido la semana pasada sobre una posible escasez de gas en los próximos años a menos que se implemente más infraestructura de combustible. Sebastian Bleschke, jefe de INES, declaró a Bloomberg que el riesgo de escasez persistirá hasta el invierno de 2026/2027 si no se toman medidas adicionales de infraestructura.