Los rusos expresan su preocupación por el aumento de precio de un alimento básico: el huevo, lo que apunta a la frágil situación económica, afectada por las sanciones.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, elogia repetidamente la resistencia de su economía frente a las sanciones, pero el poder adquisitivo de los rusos se reduce y la inflación se aceleró hasta 7.5% anual en noviembre.
El aumento de los precios del huevo fue de 40% anual en noviembre, según la agencia estadística rusa Rosstat.
“Estoy horrorizada, lo que pasa con los precios es una pesadilla”, declaró Yelizaveta Shalayevskaya, pensionista de 76 años.
“Antes compraba huevos por 70 rublos en la tienda, ahora cuestan alrededor de 130-140”, señaló Ilya Zarubin, estudiante rusa.
El Servicio Federal de Supervisión Veterinaria y Fitosanitaria autorizó la importación de huevos desde Turquía.
