Alemania reactivará una serie de plantas de carbón cerradas para ahorrar gas y evitar cortes de suministro de energía durante la próxima temporada de calefacción, anunció el Ministerio de Asuntos Económicos y Acción Climática (BMWi) del país en un comunicado de prensa .
Según el ministerio, el gobierno emitió el miércoles una orden que permite al mayor productor de energía de Alemania, RWE, relanzar dos bloques de carbón en su planta de Niederaussem y otro en su planta de Neurath para añadir electricidad adicional a la red. En virtud de la misma orden, LEAG, el segundo mayor productor de electricidad alimentada por carbón del país, reactivará dos bloques de su central de carbón de Jaenschwalde.
Todas las instalaciones estuvieron operativas el invierno pasado, pero han estado en espera desde mediados del verano. La orden entra en vigor el jueves y se espera que las plantas de carbón estén en pleno funcionamiento hasta marzo de 2024. Por otra parte, Berlín también está considerando ampliar las operaciones de dos unidades de carbón de RWE en la planta de RWE en Neurath hasta la primavera de 2025.
Según el ministerio, la medida es un “ instrumento de cobertura preventivo para el próximo invierno”.
» La reserva de suministro se reactivará para ahorrar gas en la generación eléctrica y evitar así cuellos de botella en el suministro de gas en la temporada de calefacción 2023/2024 «, indica el comunicado, añadiendo que la medida no afectará al objetivo de Berlín de completar la fase de carbón. -para 2030, ni otros objetivos climáticos.
El ministerio se comprometió a evaluar las emisiones de carbono adicionales provocadas por la reactivación de las plantas de carbón. Tiene previsto ofrecer medidas compensatorias el próximo verano.
El regreso de Alemania al carbón se produjo en medio de preocupaciones sobre la repetición de la crisis energética del año pasado, causada por una fuerte caída en el suministro de gas de Rusia. Berlín dependía de Rusia para aproximadamente el 40% de su gas antes de 2022, y estuvo entre los más afectados por la reducción de los flujos de energía rusos debido a las sanciones de la UE a Moscú relacionadas con Ucrania.
Si bien desde entonces Berlín ha tomado medidas para reemplazar el gas ruso con suministros alternativos y un menor consumo de energía, los expertos de la industria han advertido sobre la persistente amenaza de escasez. Según un informe reciente del grupo alemán de operadores de almacenamiento de gas INES, el país seguirá en peligro de sufrir escasez de gas durante las temporadas de calefacción hasta el invierno de 2026-27, a menos que agregue más infraestructura de combustible, capacidad de almacenamiento y conexiones de gasoductos.
El cierre de las tres últimas centrales nucleares de Alemania en abril de este año puso en peligro aún más la seguridad energética del país, advirtieron los analistas.
