El Banco de México (Banxico) expresó preocupación por el reciente incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a bebidas azucaradas, al considerar que podría reactivar presiones inflacionarias en 2026. Aunque el banco central estima que el efecto sería limitado, esta medida fiscal genera incertidumbre en un contexto de desaceleración económica, donde la inflación general se ubica en niveles cercanos al 4%.
La gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, detalló en una entrevista que las proyecciones institucionales anticipan un retorno a la meta del 3% en el tercer trimestre de 2026, con un ajuste al alza hasta el segundo trimestre de 2025. No obstante, el alza al IEPS en refrescos que eleva el costo para productores y consumidores podría traducirse en repuntes transitorios de precios, afectando el poder adquisitivo de los hogares y la cadena de suministro alimentaria.
En contraste con analistas privados, que proyectan una inflación anual del 3.81% para 2026 próxima al tope del rango de tolerancia del 2-4%, Banxico incorpora en sus modelos respuestas endógenas de la política monetaria. Rodríguez Ceja enfatizó: “Nuestras proyecciones incluyen ajustes en la tasa de referencia para converger a la meta del 3%”, lo que mitiga riesgos fiscales derivados de la reforma tributaria.
