Expertos advierten que las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China podrían desencadenar un conflicto. Las disputas comerciales, tecnológicas y militares, especialmente por Taiwán y el Mar de China Meridional, han elevado la alerta global.
Un informe reciente señala que la carrera armamentística y las sanciones mutuas intensifican la rivalidad. China refuerza su presencia militar en el Indo-Pacífico, mientras EE. UU. fortalece alianzas con Japón y Australia, generando un clima de desconfianza que podría derivar en un enfrentamiento.
Ambas potencias intercambian acusaciones: Washington critica las prácticas económicas de Pekín, y China denuncia la «mentalidad de Guerra Fría» de EE. UU. La ONU urge al diálogo para evitar una escalada que desestabilice la región.
La comunidad internacional teme las consecuencias de un choque entre las dos mayores economías, que podría impactar gravemente la seguridad y la economía global.





