Melania Trump, primera dama de Estados Unidos, ha consolidado su imagen pública tras recibir una disculpa del estratega demócrata James Carville, quien insinuó un vínculo entre ella y el fallecido Jeffrey Epstein, acusado de delitos sexuales. La controversia, que amenazaba con empañar su rol en la Casa Blanca, se resolvió con un pronunciamiento público de Carville, quien admitió la falsedad de sus declaraciones y expresó arrepentimiento.
El incidente se originó en un comentario del político en un programa televisivo, donde sugirió que Melania podría haber tenido alguna conexión con Epstein, desatando críticas en redes sociales y medios conservadores. La primera dama, conocida por su discreción, respondió este jueves a través de su cuenta en la plataforma X, calificando las acusaciones como “infundadas y maliciosas” y reafirmando su compromiso con causas sociales como la protección infantil. Su declaración fue respaldada por el presidente Donald Trump, quien denunció una “campaña difamatoria” contra su familia.
La disculpa de Carville, publicada en medios estadounidenses, evitó una escalada mayor del escándalo, pero reavivó el debate sobre la polarización mediática en Estados Unidos. Analistas señalan que estas acusaciones buscan debilitar la imagen de los Trump en el contexto de la reciente victoria electoral de 2024, donde el republicano venció a Kamala Harris, convirtiéndose en el 47.º presidente.
Melania, de origen esloveno, ha enfrentado escrutinios similares en el pasado. En 2019, el diario británico The Telegraph se disculpó por publicar información falsa sobre su vida personal, pagando daños y costos legales. Esta vez, su respuesta rápida y el respaldo de aliados políticos consolidaron su posición, proyectándola como una figura resiliente frente a las controversias.
El caso también pone en relieve las tensiones entre la administración Trump y sectores de la prensa, que han intensificado su cobertura crítica tras el regreso del magnate a la presidencia. Mientras tanto, Melania continúa enfocada en iniciativas como su programa “Be Best”, que promueve el bienestar infantil, y en mantener un perfil bajo en medio de un entorno político cada vez más hostil. La resolución de este episodio refuerza su influencia en la esfera pública estadounidense, en un momento clave para la nueva administración.
