Los ingresos petroleros de México, que en 2024 alcanzaron 1.103 billones de pesos, sufrirán una caída significativa en 2025, proyectada en 13.5%, hasta 990,370 millones de pesos, según los Precriterios de Política Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este descenso, equivalente a 155,145 millones de pesos menos, se atribuye a la baja en el precio del petróleo y una menor plataforma de exportación, lo que plantea desafíos para las finanzas públicas, reportó La Jornada.
El precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo se estima en 58.4 dólares por barril en 2025, frente a 71.3 dólares en 2024, mientras que la plataforma de exportación caerá de 967,000 a 958,000 barriles diarios. Esta reducción, combinada con una menor recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por combustibles, representa un golpe para un gobierno que históricamente ha dependido de los ingresos petroleros, que en 2025 equivaldrán solo al 2.7% del PIB, el nivel más bajo desde el año 2000.
La SHCP detalló que cada dólar de variación en el precio del petróleo impacta los ingresos públicos en 12,000 millones de pesos. Aunque Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó ganancias de 16,187 millones de pesos en el primer semestre de 2025, impulsadas por la apreciación del peso y menores costos financieros, su deuda de 97,600 millones de dólares sigue siendo un lastre. Además, el subsidio al IEPS de gasolinas, que en 2022 compensó parcialmente la caída de ingresos con 209,525 millones de pesos, no será suficiente en 2025 debido a la menor producción y precios internacionales.
Analistas de México Evalúa advierten que la “despetrolización” de las finanzas públicas exige una reforma fiscal para aumentar los ingresos no petroleros, que actualmente están por debajo de los estándares regionales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha instado a México a fortalecer su recaudación tributaria para financiar gasto social e infraestructura sin depender del crudo.
Mientras tanto, la estrategia del gobierno de Claudia Sheinbaum prioriza la producción interna de combustibles, con la refinería Dos Bocas proyectada para procesar 340,000 barriles diarios en 2025. Sin embargo, expertos advierten que la transición hacia la autosuficiencia energética podría no compensar la pérdida de ingresos petroleros, urgiendo medidas para diversificar la base fiscal.
