El Banco de España advirtió que la creciente demanda de viviendas para alquiler vacacional está absorbiendo hasta el 50% del parque residencial en las principales zonas turísticas del país, como Baleares, Canarias y la Costa del Sol. Este fenómeno, impulsado por plataformas digitales, agrava la escasez de vivienda para residentes y dispara los precios.
El estudio señala que en municipios turísticos, entre el 30% y 50% de las propiedades se destinan a alquileres de corta duración, lo que reduce la oferta para alquileres a largo plazo y compra. En 2024, los precios de la vivienda en estas áreas subieron un 7% interanual, mientras que los alquileres vacacionales generaron ingresos récord, según datos recopilados de plataformas como Airbnb y Booking. El Banco de España urge medidas regulatorias para equilibrar el mercado, ya que el impacto afecta especialmente a jóvenes y familias de ingresos medios.
Expertos citados en redes sociales destacan que la presión turística también incrementa los costos de vida en estas zonas, generando tensiones sociales. El gobierno evalúa limitar licencias de alquiler vacacional, mientras comunidades autónomas como Cataluña ya han implementado restricciones. El desafío, según analistas, es compatibilizar el turismo con el acceso a la vivienda.