Aunque México enfrenta incertidumbres debido a la reforma al Poder Judicial y la debilidad fiscal del Gobierno de López Obrador, Renzo Merino, analista soberano principal de Moody’s para México, considera poco probable que pierda el grado de inversión. No obstante, la debilidad fiscal que enfrentará la próxima administración es un motivo de preocupación para la agencia.
Merino argumenta que la solidez económica y la vulnerabilidad ante riesgos ayudan a equilibrar las debilidades institucionales y de gobernanza, así como la reciente fragilidad fiscal. Destacó que la calificadora ha mantenido la calificación de México en ‘Baa2’ con perspectiva estable, lo que lo coloca a dos niveles del grado especulativo, y que su perfil crediticio está adecuadamente posicionado para sostener el grado de inversión en el rango de “Baa1-Baa3”.
El analista advirtió que un cambio significativo en la calificación es poco probable a menos que ocurra un evento material que afecte el perfil crediticio, recordando que algo similar sucedió durante la pandemia. Merino mencionó que para que la calificación de México bajara a un nivel sin grado de inversión, sería necesario un deterioro institucional drástico y perspectivas económicas más débiles de lo que actualmente se anticipa.
Se espera que Moody’s realice una nueva revisión de la calificación soberana de México a finales de 2024, una vez que disponga de más información sobre el nuevo Gobierno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, incluyendo el Presupuesto de Egresos 2025.
