¡Órale, México! La doctora Loretta Ortiz, jefa de la Primera Sala de la Suprema Corte, está poniendo el ejemplo para cuidar a nuestras niñas, niños y adolescentes como se merecen.

Su misión es clara: garantizar sus derechos a toda costa. Con su experiencia, está echando montón para que la justicia sea de a de veras, ¡y no nomás de papel!
Por ejemplo, en un caso rifado, Loretta dio un fallo para que los menores puedan opinar sobre el orden de sus apellidos.
¡Así es, que los chavitos tengan voz! Los jueces ahora deben decidir pensando en lo mejor para ellos, sin rollos.
Y no para ahí: también metió golazo al resolver que las escuelas privadas no pueden andar discriminando. ¡Cero prácticas chuecas contra los estudiantes!