En relación a la reciente controversia en torno a la distribución de los nuevos libros de texto por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció las dificultades que enfrentan algunos estados en el proceso de reparto de los materiales educativos. En este contexto, el Gobierno Federal ha anunciado su intención de abordar este asunto de manera resolutiva.
López Obrador, en una declaración pública, manifestó su desconcierto ante la situación y afirmó que no comprende la postura de los estados que han frenado la distribución de los libros. Asimismo, planteó la posibilidad de que gobiernos locales elaboren sus propios materiales didácticos para la educación básica, aunque reconoció que esto está fuera de su ámbito de competencia.
El presidente atribuyó esta controversia a posibles tintes políticos, sugiriendo que podría estar relacionada con el conservadurismo y con intentos de politización de la educación en el contexto de las elecciones presidenciales programadas para el año 2024. En este sentido, López Obrador enfatizó que el país se encuentra en un período electoral y que algunos sectores podrían estar utilizando diversos métodos, incluyendo la cuestión de los libros de texto, para influir en el panorama político.
El mandatario señaló que esta situación de obstáculos en la distribución de libros de texto es un ejemplo más de los intentos previos de obstaculizar su gobierno, mencionando también el recurso a amparos legales en el pasado. Afirmó que estas acciones son resultado de la desesperación de aquellos que se oponen a su administración y buscan detener la continuidad de lo que él ha denominado «la transformación» del país.