El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, volvió a descalificar al gobernador de Texas, Greg Abbott, por el despliegue de boyas en el Río Bravo, calificando su acción como una estrategia con fines «publicitarios y propagandísticos». Durante una declaración, López Obrador también extendió su reproche hacia políticos estadounidenses que se posicionan en contra de los migrantes.
En sus declaraciones, el mandatario hizo hincapié en tres aspectos que, según él, estos políticos «habrían olvidado»: la humanidad y fraternidad universal, los evangelios que instruyen a proteger al forastero y el hecho de que Estados Unidos es una nación de migrantes.
«¿Cómo se va a ir al templo si no se actúa de manera consecuente? ¿Si no se aplican los evangelios?», cuestionó el presidente López Obrador respecto a la importancia de tratar con humanidad y compasión a los migrantes. Afirmó que la protección de los forasteros es un valor que debe prevalecer en la sociedad.
Asimismo, el presidente recordó que Estados Unidos es una nación de migrantes y enfatizó el papel de los migrantes en la construcción del país. «Gracias a los migrantes es que EEUU fue una gran nación. Puede ser que esos opositores, sus padres y abuelos hayan llegado a EEUU», subrayó.
Las declaraciones de López Obrador se enmarcan en un contexto de tensión en la relación entre México y Estados Unidos debido a temas migratorios y fronterizos. El despliegue de boyas en el Río Bravo, por parte de las autoridades texanas, ha generado controversia y críticas por parte del gobierno mexicano.
El presidente reiteró su llamado a respetar los derechos humanos de los migrantes y a buscar soluciones conjuntas y respetuosas en materia migratoria.
