El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, hizo hincapié en los efectos perjudiciales del fentanilo en el marco de la estrategia de prevención de adicciones. Este opiáceo, 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína, ha sido identificado como una de las drogas más devastadoras debido a sus efectos en la salud y la conducta de las personas.
López-Gatell señaló que el fentanilo tiene un potencial adictivo que conduce a una profunda deprivación en quienes lo consumen, llevándolos a cometer actos delictivos, romper vínculos familiares y sociales, y perder todos sus bienes. Enfatizó que esta sustancia es extremadamente peligrosa y puede causar la muerte, pero antes de llegar a ese punto, los individuos perderán todo lo que tienen.
Aunque el fentanilo se utiliza legalmente como un potente analgésico en situaciones médicas específicas, también circula ilegalmente en diversas formas, como líquido inyectable, cápsulas, pastillas y polvo. En los Estados Unidos, existe la tendencia de mezclarlo con otras drogas, como la xilacina, un sedante veterinario que puede causar graves problemas de salud, como úlceras y necrosis en la piel.
El funcionario advirtió sobre la presencia del fentanilo en productos y bebidas en actividades sociales, como fiestas, lo que puede pasar desapercibido para los consumidores. Hizo un llamado especialmente a los jóvenes a ser cautelosos con el consumo de sustancias en entornos sociales, ya que el fentanilo puede ser una puerta de entrada a una adicción permanente y difícil de controlar.
López-Gatell destacó que, hasta el momento, el fentanilo no representa un problema importante de salud pública en México, pero subrayó la importancia de actuar de manera preventiva. Instó a abordar el fenómeno de las adicciones desde una perspectiva social, reconociendo que la falta de bienestar y la marginación económica y social son factores que impulsan la aparición de adicciones.