El gobierno suizo ha endurecido las normas sobre las exportaciones de armas para evitar el desvío de armas a zonas de conflicto, tras un escándalo que involucra a una empresa polaca que envió más de medio millón de rondas de munición de fabricación suiza a Ucrania.
En respuesta al descubrimiento de que aproximadamente 645.000 rondas de munición de pequeño calibre terminaron en Ucrania, violando las leyes de neutralidad del país, el gobierno introdujo nuevas reglas, según un comunicado publicado en el sitio web del Parlamento suizo el lunes.
Según la nueva normativa, los compradores deberán aportar garantías escritas de que las armas se utilizarán exclusivamente en su propio territorio. En caso de que sea necesaria la reexportación, los países terceros deberán figurar explícitamente en el acuerdo. Esta medida pretende reforzar las garantías y reducir el riesgo de desvíos no autorizados.
El escándalo salió a la luz el pasado mes de noviembre, cuando un informe del medio estadounidense Defense One indicó que cientos de miles de cartuchos para fusiles perforantes fabricados por SwissP Defence habían sido entregados a Ucrania a través de la empresa polaca UMO. La Secretaría de Estado de Asuntos Económicos (SECO) investigó y descubrió que, si bien SwissP Defence y UMO habían firmado un acuerdo que limitaba la reventa de municiones a Polonia, la empresa polaca no había cumplido con ese compromiso.
Como resultado, la SECO prohibió más exportaciones a UMO el mes pasado, afirmando que “el riesgo de desvío a Ucrania se considera demasiado alto”.
SwissP Defence ha declarado que siempre cumple con las normas, pero se negó a proporcionar más detalles sobre sus relaciones con los clientes. UMO, sin embargo, afirmó que exportó la munición de acuerdo con las leyes locales, argumentando que Suiza «entregó el control de las mercancías a la ley polaca».
La compañía polaca también publicó una declaración en su sitio web, subrayando que está “orgullosa de su papel” en apoyo a Kiev, después de que Berna la incluyera en la lista negra por tiempo indefinido.
Suiza lleva mucho tiempo promoviendo su política de neutralidad y aplica estrictamente las leyes que prohíben la exportación o reexportación de material militar a países en conflicto. Berna insiste en que sigue comprometida con su postura neutral, aunque respalda las sanciones de la UE contra Rusia y el mes pasado aprobó la participación en un “ejercicio de gestión de crisis” de la OTAN programado para la próxima primavera.