Las bajas de las Fuerzas Armadas de Ucrania sufridas durante los combates en la provincia rusa de Kursk se sitúan en torno a los 45.980 militares, entre muertos y heridos, según datos difundidos este martes por el Ministerio de Defensa de Rusia.
Además, el régimen de Kiev ha perdido 262 tanques, 204 vehículos de combate de infantería, 143 transportes blindados de personal, 1.372 unidades de otras clases de vehículos blindados, 1.259 automóviles, así como 337 piezas de artillería y 42 lanzacohetes múltiples, incluidas 11 lanzaderas HIMARS y 6 MLRS, de fabricación estadounidense. Entre otros equipos destruidos en la provincia de Kursk también destacan 13 lanzaderas de sistemas antiaéreos, 7 máquinas cargadoras, 83 unidades de guerra radioelectrónica, 13 radares de lucha antibatería, 4 radares antiaéreos, 28 vehículos de ingeniería, un vehículo de desminado con orugas UR-77, 7 blindados de reparación y evacuación y un blindado de mando.
La operación contra las unidades de las FAU que se encuentran en la región rusa sigue su curso.
- Ucrania lanzó su incursión transfronteriza el pasado 6 de agosto.
- Tan pronto como se inició la ofensiva, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijaíl Podoliak, declaró que la operación era necesaria para intimidar a la población rusa y poner a Ucrania en una posición más favorable de cara a unas supuestas negociaciones de paz, que no se han concretado desde entonces.
