La presidenta Claudia Sheinbaum acusó directamente a empresarios estadounidenses de participar en una red masiva de contrabando de diésel desde Canadá hacia México, evadiendo impuestos y aranceles por millones de dólares
En su conferencia matutina, reveló que la Fiscalía General de la República (FGR) abrió carpetas de investigación contra figuras clave del norte, confirmando un reportaje de Reuters sobre el esquema que disfraza combustible como lubricante.
Sheinbaum fue clara: «No se puede explicar que venga diésel ilegal de EE.UU. a México sin involucrados del otro lado». La operación, que ya generó órdenes de aprehensión, corre en paralelo a una pesquisa del Departamento de Justicia estadounidense y afecta el comercio energético bajo el T-MEC. Autoridades mexicanas reportan al menos dos empresas norteamericanas en la mira, con posibles extradiciones.
Gracias a operativos intensivos, el contrabando ha caído drásticamente, pero persisten desafíos en la cooperación bilateral. La FGR avanza en desmantelar la red, que involucra a Canadá como origen del fraude.
La Casa Blanca guarda silencio oficial, mientras analistas alertan sobre riesgos diplomáticos. Sheinbaum exige una «investigación sin fronteras» para proteger las cadenas de suministro regionales del crimen organizado.





