La Comisión Europea ha propuesto formalmente armonizar las normas de deportación en toda la UE. La normativa actual, que varía según el estado, permite a quienes se les ha denegado el derecho a permanecer legalmente en el bloque aprovecharse del sistema, lo que resulta en una tasa de deportación del 20%.
La presidenta Ursula von der Leyen ha calificado la cifra de “demasiado baja”.
Las normas propuestas “garantizarán que quienes no tienen derecho a permanecer en la UE sean realmente devueltos” a sus países de origen, afirmó el comisario europeo de Asuntos Internos y Migración, Magnus Brunner.
El documento de 87 páginas, presentado el martes, exigirá a los inmigrantes cooperar con las autoridades, permitirá la detención prolongada de solicitantes de asilo e introducirá el reconocimiento mutuo de las órdenes de deportación entre los Estados miembros. Las reformas buscan fomentar los retornos voluntarios y eliminar las lagunas legales que actualmente aprovechan los inmigrantes ilegales que evaden la repatriación forzosa desplazándose entre países de la UE.
El plan establecerá centros de retorno : centros de deportación en terceros países dispuestos a aceptar a personas expulsadas de la UE. Si el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa lo aprueban, el nuevo sistema entrará en vigor a mediados de 2027.
La inmigración ilegal ha seguido siendo un tema candente en la UE desde la crisis de 2015, cuando más de un millón de personas llegaron a los estados miembros.
La decisión de las autoridades de dar la bienvenida a esta afluencia provocó una reacción negativa de varios países de Europa del Este, que citaron amenazas a la seguridad y la cultura.
Las directrices políticas emitidas por von der Leyen en julio pasado prometían fortalecer las fronteras de la UE y acabar con la trata de personas, un importante factor de la inmigración ilegal.