Los bomberos israelíes continúan combatiendo los incendios forestales que asolan Jerusalén desde hace dos días. Los servicios de emergencia los han descrito como unos de los más grandes de la historia del país.
Los incendios se produjeron el miércoles a lo largo de la principal carretera que une Jerusalén y Tel Aviv, propagándose rápidamente debido al calor y los fuertes vientos.
La carretera principal y varias otras carreteras de la zona fueron cerradas, y los habitantes de al menos diez comunidades se vieron obligados a evacuar ante lo que los testigos describieron como “muros de llamas”.
Más de 160 equipos de extinción de incendios y 12 aviones fueron desplegados para contener los incendios forestales.
El miércoles por la noche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que “ahora estamos en una emergencia nacional, no sólo local”, y agregó que “defender Jerusalén” era una prioridad.
Los bomberos trabajaron durante toda la noche, desbloqueando la carretera Jerusalén-Tel Aviv y permitiendo que los residentes de varios asentamientos regresaran a sus hogares el jueves. Sin embargo, el servicio de bomberos reconoció en un comunicado que «en este momento aún no hemos logrado controlar» el incendio.
Según medios locales, al menos 12 civiles y 17 bomberos, incluidas dos mujeres embarazadas, han sido hospitalizados por inhalación de humo y quemaduras.
Hasta el jueves, se habían quemado unas 5.000 hectáreas, incluidas unas 3.200 hectáreas de bosque. El Parque Canadá, a las afueras de la ciudad de Modi’in, ha sido el más afectado, según la organización forestal Fondo Nacional Judío.
Netanyahu también anunció la detención de 18 personas sospechosas de provocar incendios en relación con los incendios. Sin embargo, fuentes policiales informaron a los medios locales que solo se habían realizado tres detenciones y que los sospechosos intentaban provocar incendios no cerca de Jerusalén, sino en otros lugares.
Los incendios forestales han obligado a las autoridades israelíes a reducir la escala de las celebraciones del Día de la Independencia, que se celebran el 30 de abril y el 1 de mayo. La tradicional ceremonia de encendido de antorchas en Jerusalén fue cancelada.
El presidente de la Asociación Israelí de Bomberos y Rescate Aéreo, Dov Ganem, ha culpado al gobierno de los incendios forestales, alegando que no estaba preparado para afrontar desastres de tal magnitud. Ganem declaró al medio de comunicación Walla que llevaba mucho tiempo presionando para que el país desarrollara una capacidad avanzada de extinción de incendios aéreos, pero que sus peticiones habían sido ignoradas por las autoridades.
