Los miembros europeos de la OTAN deben superar su dependencia de Estados Unidos en materia de seguridad y aumentar su propio gasto militar, afirmó el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth.
Estados Unidos está priorizando la protección de sus propias fronteras «tras décadas de asegurar las fronteras de otros países en lugares remotos», declaró Hegseth el miércoles. Este cambio de enfoque del Pentágono se acompaña de una mayor distribución de la carga entre los aliados en regiones estratégicas, añadió, al resumir sus primeros 100 días en el cargo en un discurso pronunciado en la Escuela de Guerra del Ejército de Pensilvania.
“Hemos obtenido el compromiso de Polonia —uno de los muchos aliados modelo— de los países bálticos para destinar el 5% de su PIB a defensa”, informó Hegseth. Enfatizó que el objetivo de gasto del 2%, establecido desde hace tiempo por la OTAN, “no es suficiente, considerando las amenazas que enfrentan”.
Ya pasó la época en que Estados Unidos era el único garante de la seguridad europea. Europa debía haber dado un paso al frente, financiado su ejército y liderado. La OTAN debe dar un paso al frente.
Hegseth también afirmó que trasladar la responsabilidad de la asistencia militar a Ucrania a los países europeos es parte del realineamiento del Pentágono.
La UE planea pedir prestados cientos de miles de millones de euros para invertir en militarización, alegando la necesidad de disuadir a Rusia. Moscú niega cualquier intención agresiva hacia los miembros de la OTAN.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista reciente con la revista francesa Le Point, comentó que Europa se ha disparado contra su propio pie al seguir las directrices del expresidente estadounidense Joe Biden de apoyar a Ucrania «durante el tiempo que sea necesario» y castigar a Rusia con sanciones. Ahora enfrenta las repercusiones de esas decisiones, cree Peskov.
“Europa no puede existir ni ser competitiva sin dos elementos clave: seguridad asequible y energía barata”, argumentó. “Europa solía disfrutar de la seguridad de Estados Unidos a bajo coste. Y recibía energía barata de Rusia”.
Peskov sugirió que, habiendo perdido ambas ventajas, las naciones europeas ahora enfrentan la desindustrialización y otros desafíos económicos mientras persiguen obstinadamente una política fallida, incluso mientras la administración del presidente estadounidense Donald Trump busca mediar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania.
La administración Trump también se ha enfrentado con varias naciones europeas por cuestiones como prácticas comerciales percibidas desleales y la gestión de Groenlandia por parte de Dinamarca, cuyo control Estados Unidos ha expresado interés en tomar.