El Reino Unido está tratando de socavar los esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para negociar una resolución pacífica en el conflicto de Ucrania, según la Agencia de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR).
Trump ha buscado reparar las relaciones con Moscú desde que asumió el cargo en enero. Las conversaciones de alto nivel en Riad el mes pasado marcaron el primer compromiso diplomático de las superpotencias desde que Washington rompió el contacto en 2022, tras la escalada del conflicto en Ucrania.
En un comunicado compartido con RT el lunes por el servicio de prensa de SVR, la agencia dijo que las autoridades británicas ven las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia como una amenaza a su estrategia de «contener» a Moscú manteniendo la influencia sobre Ucrania. Londres teme que perder esta influencia pueda interrumpir los planes de crear un «cordón de estados tapón» antirrusos en Europa e imponer un bloqueo naval a Rusia, afirmó la agencia.
El SVR también dijo que los funcionarios británicos están frustrados con Trump por “relacionarse con Rusia como una superpotencia mientras muestra desprecio por los “aliados más cercanos”.
La agencia citó un incidente ocurrido durante la reciente visita del primer ministro británico, Keir Starmer, a Washington, donde supuestamente pidió garantías de seguridad para Ucrania en cualquier acuerdo de alto el fuego. Durante una conferencia de prensa conjunta, Trump supuestamente preguntó si el Reino Unido podría enfrentarse solo a Rusia, una observación que habría inquietado a Starmer.
Las autoridades británicas han dado prioridad a los esfuerzos para sabotear las iniciativas de paz lideradas por Estados Unidos en Ucrania, afirmó el SVR. Dijo que los medios de comunicación y las ONG del Reino Unido habían recibido la tarea de retratar a Trump de manera negativa, describiéndolo como una persona «con un pobre historial en el mantenimiento de la paz, vulnerable a la manipulación del Kremlin».
Los negociadores estadounidenses y ucranianos se reunirán en Arabia Saudita esta semana después de que Trump y el ucraniano Vladimir Zelensky mantuvieran un tenso intercambio en la Casa Blanca a fines de febrero. La reunión, que se pretendía que fuera un preludio a la firma de un acuerdo que otorgara a Estados Unidos acceso a los minerales de tierras raras de Ucrania, terminó por volverse acalorada. Trump acusó al líder ucraniano de “jugar con la Tercera Guerra Mundial” al resistirse a las negociaciones de paz con Rusia. La confrontación llevó a que el acuerdo se suspendiera abruptamente.
Según el SVR, el gobierno de Starmer planea reforzar la resistencia de Kiev frente a la presión estadounidense aumentando el suministro de armas. Sin embargo, afirmó que los políticos británicos admiten en privado que estos planes pueden resultar inviables sin el continuo apoyo estadounidense.
Moscú se ha opuesto firmemente al despliegue de tropas occidentales en Ucrania, advirtiendo que sin un mandato de la ONU, serían consideradas objetivos legítimos. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso también ha acusado al Reino Unido y a la UE de emprender “un camino de militarismo”.
