El Ejército, la Armada y las Fuerzas Aéreas de EE.UU. (USAF, por sus siglas en inglés) no lograron reclutar la cantidad esperada de personas para el 30 de septiembre, momento en el que se termina el año de reclutamiento, reportó The New York Times este lunes.
De acuerdo con el periódico, el Ejército pretendía alistar a 65.000 soldados en servicio activo, pero solo pudo convocar a unos 50.000, incumpliendo su objetivo por tercer año consecutivo. Además, se vio obligado a reducir sus filas de 485.000 a 452.000 militares. «Es una cuestión existencial para nosotros«, señaló la secretaria del Ejército de EE.UU., Christine Wormuth.
La Armada estadounidense, a pesar de haber flexibilizado las condiciones de incorporación y de aumentar la edad máxima de conscripción de 39 a 41 años, tampoco logró completar sus filas: el déficit de marinos alcanza los 7.500. Por su parte, las USAF no pudieron cumplir su objetivo de 26.877 nuevos pilotos y enrolaron un 10 % menos.
«Cada vez es más difícil reclutar, y el Ejército espera que continúe siendo así«, afirmó David Segal, profesor de Sociología en la Universidad de Maryland que estudia las tendencias de reclutamiento militar en EE.UU. desde hace décadas. Según un informe del Pentágono al respecto, el 77 % de los jóvenes estadounidenses de entre 17 y 24 años no son aptos para el servicio militar por razones de sobrepeso, abuso de drogas y salud física o mental, entre otras.
Sin embargo, el Cuerpo de Marines de EE.UU. logró cumplir su meta este año, enlistando a más candidatos de los 28.900 planeados, sin recurrir a incentivos adicionales. «El mensaje que envían es: ‘Deberías sentirte afortunado de ser uno de los nuestros‘», explicó Katherine Kuzminski, del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS, por sus siglas en inglés). Agregó que esta institución castrense crea la imagen de un cuerpo disciplinado, cuyos soldados «duermen en el suelo, comen tierra y luchan contra dragones«. «Para ciertas personas, eso ha tenido un atractivo duradero«.