La Casa Blanca seguirá con su compromiso de avanzar su participación en los asuntos de la región del Pacífico al «próximo nivel«, afirmaron funcionarios estadounidenses de alto rango, citados por South China Morning Post este domingo. Las declaraciones fueron hechas en vísperas de la cumbre entre EE.UU. y los países miembros del Foro de las Islas del Pacífico, que se celebrará el 25 de septiembre.
De acuerdo con uno de los interlocutores del medio, en el transcurso de pocos días, Washington se comprometerá a reabrir sus embajadas en la región. Además, destacó que la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Cuerpo de Paz recuperan sus posiciones en el Pacífico, mientras que algunos grupos filantrópicos y empresariales muestran su interés en cooperar de manera más activa con los países de la región.
A su vez, otro funcionario estadounidense explicó que la «asertividad e influencia» de China en la región «ha sido un factor que requiere mantener nuestro enfoque estratégico«. Agregó que los intereses nacionales de EE.UU. están vinculados con una «región del Pacífico libre, abierta, vibrante y dinámica«.
Se prevé que, de los 14 países miembros del Foro, los representantes de las Islas Salomón y Vanuatu no asistan a la cumbre. Según uno de los funcionarios, Washington estaba «decepcionado» por la decisión del primer ministro de las Islas Salomón, Manasseh Sogavare, de no acudir a la cumbre.
Cabe recordar que Sogavare rechazó firmar la declaración sobre la asociación regional con EE.UU. el año pasado, y rubricó un acuerdo de asociación estratégica integral con China en julio. Asimismo, al intervenir este viernes ante la Asamblea General de la ONU, calificó de «menos restrictiva, más responsable y alineada con nuestras necesidades nacionales» la cooperación de desarrollo con Pekín.
Otro punto de discordia es la cuestión de las compensaciones por las pruebas nucleares de EE.UU. entre 1946 y 1958, lanzada por las Islas Marshall en julio. No obstante, uno de los interlocutores aseveró que ambos países lograron un «progreso muy sustancial» en este aspecto, constatando la confianza de Washington en que el acuerdo será alcanzado.