La nueva jornada de protestas contra la presidenta peruana Dina Boluarte, a pesar de los llamados oficiales a quedarse en casa para ver un clásico de fútbol, logró movilizar a 21.000 personas en todo el país. La represión policial, que quedó registrada en varios videos, volvió a ser la protagonista de los hechos que dejaron 11 heridos, entre ellos varios periodistas.
La tercera ‘Toma de Lima’ no solo concentró a manifestantes en la capital, pues hubo movilizaciones en 64 provincias de las 195 peruanas, según el reporte de la Defensoría del Pueblo.
Las autoridades elogiaron ampliamente la actuación policial, a pesar de las imágenes que dieron cuenta de uso excesivo de la fuerza para repeler la protesta y de los disparos de balas de goma contra quienes manifestaban.
Hechos de violencia
Los choques entre manifestantes y policías, reportados por la Defensoría de Pueblo, se registraron principalmente en la Plaza de Armas de Huancavelica, capital del departamento homónimo, donde los funcionarios lanzaron lacrimógenas.
Conteo de lesionados
El Ministerio de Salud publicó en sus redes, durante las manifestaciones en el centro de Lima, que fueron atendidas 11 personas con contusiones y heridas en el cuerpo. De esta cifra, cuatro fueron asistidas en el lugar y tres fueron enviadas al Hospital Nacional Dos de Mayo.
Otras cuatro personas fueron remitidas al Hospital Nacional Arzobispo Loayza para descartar fracturas.
Entre los heridos está la periodista Gabriela Ramos Carbajal, del medio alternativo Plaza Boyka, que recibió un perdigón en la cara.
Otro de los lesionados fue el fotoperiodista independiente Rober Llicla, que recibió una pedrada en la cabeza.
Más de 20.000 personas
En una rueda de prensa, el ministro del Interior, Vicente Romero, informó que unas 21.000 personas salieron a las calles en todo el país. Precisó que únicamente en las regiones de Piura, Lambayeque, San Martín, Madre de Dios y Ucayali no se registraron movilizaciones.
En el exterior, en la ciudad de Nueva York, también hubo plantones para exigir la renuncia de la mandataria.
En su parte oficial, Romero manifestó que seis personas fueron detenidas, aunque no especificó las razones.
Al ser preguntado por los periodistas heridos tras las acciones policiales, aseveró que era «posible» que eso hubiera ocurrido, recoge La República.
«Sí sabemos que una comunicadora social fue agredida, pero desde el sector Interior hemos dado una serie de lineamientos precisos sobre cómo debe actuar la Policía Nacional para proteger la vida y la integridad de todos los periodistas», expresó y agregó que esperaría la denuncia para determinar qué ocurrió realmente.
Disparos de la Policía
Aunque el ministro del Interior destacó la actuación de los funcionarios, en las redes sociales circularon videos donde se observan excesos policiales y represión violenta contra los civiles, con disparos de balas de goma hechos la altura del rostro de los presentes.
Negación
En un balance ofrecido en la noche, desde el distrito de San Isidro, Romero fue consultado sobre la agresión a la periodista Ramos Carbajal y negó el uso de perdigones.
«Lo que puedo decirle es que hace aproximadamente siete u ocho años la Policía no usa perdigones«, aseveró a los medios. «La Policía lleva ya en el ADN el tema de respeto a los derechos humanos», añadió.
No obstante, diversos estudios de organismos internacionales han constatado el uso de este tipo de proyectiles.
En mayo pasado, por ejemplo, la organización Amnistía Internacional reseñó que la Policía Nacional «ocultó el uso de perdigones de plomo (una munición prohibida para el personal encargado de hacer cumplir la ley en los ámbitos tanto nacional como internacional), a pesar de que esos perdigones causaron múltiples muertes y heridas«.
Dina Boluarte y las «banderas de guerra»
Mientras en buena parte del país los manifestantes expresaban su rechazo contra Boluarte, el congresista Jaime Quito introdujo una denuncia constitucional contra la mandataria y el primer ministro Alberto Otárola, por los presuntos delitos de «usurpación de función pública, aceptación ilegal al cargo y por infracciones a la Carta Magna «cometidas durante las violaciones a los derechos humanos», recoge Exitosa.
Previo a la manifestación del miércoles, Boluarte manifestó que no entendía «por qué nuevamente atizan sus banderas de guerra y anuncian con llegar a Lima desde el Vraem [Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro ], queriendo tomar desde el centro a todo el país».
En la cuenta de Twitter de la presidencia destacan sus reuniones con alcaldes, actos oficiales y las piezas institucionales donde un empresario de la industria textil afirma que trabaja diariamente «porque el país no puede parar«, como reacción a los llamados a cese de actividades en algunas provincias peruanas.
El Gobierno además se ha valido de formas más sutiles para sofocar esta nuevas protestas, sin el uso de los cuerpos de seguridad. Esta semana, Otárola –cuya salida también piden manifestantes– apostó al deporte y abogó porque los peruanos vean con «tranquilidad y normalidad» el próximo sábado el clásico de fútbol entre equipos los Alianza Lima y Universitario.