El comercio entre Gran Bretaña e Irán ha experimentado un notable aumento, alcanzando su nivel más alto en una década, según datos oficiales publicados por el Departamento Británico de Negocios y Comercio. Este crecimiento aparentemente ha sido impulsado por el Brexit y refleja un panorama económico en evolución entre ambas naciones.
Las cifras revelan que el comercio total de bienes y servicios entre el Reino Unido e Irán en 2022 ascendió a 696 millones de libras esterlinas (unos 865 millones de dólares), lo que representa un incremento significativo del 71,9 % en comparación con el año anterior. Estos resultados son indicativos de una creciente interacción económica entre ambos países.
En términos de exportaciones, el Reino Unido envió bienes y servicios por un valor de £531 millones ($660 millones) a Irán durante el año pasado, lo que representa un aumento del 100% en comparación con el año anterior. Entre los principales productos exportados se encuentran bienes de consumo, productos farmacéuticos, productos químicos y maquinaria. Además, los servicios exportados abarcan ámbitos como los viajes, la propiedad intelectual y los servicios gubernamentales.
En cuanto a las importaciones del Reino Unido desde Irán, estas también han experimentado un incremento del 18% en comparación con 2021, alcanzando un valor de 165 millones de libras esterlinas (unos 205 millones de dólares) en 2022. Los bienes comprados por Gran Bretaña incluyen frutas, verduras y textiles. Cabe destacar que Irán ocupó el puesto 98 entre los socios comerciales del Reino Unido durante el año pasado.
Si bien el informe señala que la pandemia de Covid-19 y los bloqueos asociados tuvieron un impacto en el comercio bilateral, desde 2020, año en que el Reino Unido abandonó la Unión Europea, el intercambio comercial entre Gran Bretaña e Irán se ha triplicado, pasando de £191 millones ($237 millones) a los niveles actuales. Estas cifras ponen de manifiesto el crecimiento sostenido del comercio entre ambas naciones, situándose en su nivel más alto en una década.
A pesar de las sanciones impuestas por Londres, Estados Unidos y la Unión Europea a Irán, parece que las barreras comerciales no han sido un obstáculo significativo para el aumento de las transacciones económicas entre Gran Bretaña e Irán. Esto podría indicar un cambio en la política comercial británica posterior al Brexit, así como una búsqueda de oportunidades comerciales más amplias fuera de la Unión Europea.
El informe también destaca que el incremento en el comercio bilateral ha sido impulsado en parte por la diversificación de los productos comerciados. Ambos países han ampliado su gama de productos exportados e importados, lo que ha contribuido a fortalecer la relación económica. El Reino Unido ha encontrado un mercado en Irán para bienes de consumo, productos farmacéuticos y maquinaria, mientras que las importaciones británicas de Irán han incluido frutas, verduras y textiles.