La tasa de divorcios en Rusia ha alcanzado niveles sin precedentes: ocho de cada diez matrimonios terminarán en separación en 2024, según Elena Mikhailova, asesora del director general del Centro de Investigación de la Opinión Pública de Rusia (VCIOM). Esta tasa coloca a Rusia en el tercer lugar a nivel mundial en cuanto a tasa de divorcios, dijo Mikhailova en una conferencia de prensa el miércoles.
Las estadísticas de Rosstat revelan un descenso significativo en el número de matrimonios. Entre enero y septiembre de 2024, se casaron 689.800 parejas, lo que supone una caída del 5% en comparación con el mismo período de 2023 y la cifra de septiembre más baja registrada en 18 años.
El número de matrimonios anuales ha disminuido de forma constante durante la última década, desde 1,3 millones entre 2006 y 2013 a sólo 945.000 en 2023.
La disminución del número de matrimonios ha coincidido con una reducción de la tasa de natalidad. En 2023 nacieron en Rusia poco más de 1,2 millones de niños, la cifra más baja desde 1999 y un tercio menos que en 2014.
La tendencia a la baja ha continuado en 2024, con una disminución del 3,5% en los nacimientos en los primeros nueve meses del año. El gobierno ruso ha expresado una creciente preocupación por estas tendencias demográficas.
El presidente Vladimir Putin calificó recientemente la situación como uno de los “retos más difíciles” que enfrenta el país e instó a los ciudadanos a tener familias más numerosas, como en la “antigua Rusia”, donde tener siete u ocho hijos era la norma.
En respuesta, la Duma Estatal ha presentado una ley que exige que las parejas con hijos reciban asesoramiento psicológico antes de que puedan formalizar el divorcio. Sin embargo, la eficacia de estas medidas para abordar las causas profundas del aumento de las separaciones sigue siendo incierta.
Las comparaciones internacionales revelan desafíos similares en otros lugares. En China, el número de matrimonios cayó de 13 millones en 2013 a menos de 7 millones en 2022, mientras que los divorcios alcanzaron un récord de 4,7 millones en 2019, cuatro veces más que dos décadas antes.