El banco global UBS advirtió que, aunque México podría enfrentar una desaceleración económica o incluso una recesión técnica este año, es poco probable que esto derive en una crisis económica o financiera.
México está en mejor posición que en crisis pasadas
A diferencia de episodios anteriores, México tiene fundamentos macroeconómicos sólidos, como:
– Un déficit de cuenta corriente manejable.
– Baja dependencia de deuda externa.
– Un tipo de cambio flexible.
– Un banco central independiente con reservas históricas en dólares.
– Un sistema financiero sólido.
Diferencia entre recesión y crisis
La directora de estrategia de inversión de UBS, Gabriela Soni, explicó que una crisis implica un colapso financiero, devaluación severa y pérdida del poder adquisitivo, lo cual no está ocurriendo en México. Si bien la economía mexicana podría registrar dos trimestres consecutivos de contracción—lo que se considera recesión técnica—esto es parte de los ciclos económicos normales y no necesariamente indica una crisis.
Redes de apoyo y estabilidad financiera
México cuenta con amortiguadores financieros que reducen el riesgo de crisis, entre ellos:
> La Línea de Crédito Flexible del FMI por 30,000 millones de dólares.
> Reservas internacionales del Banco de México, que alcanzan 236,731 millones de dólares, el triple de lo que había en los años 90.
> Un sistema financiero sólido y regulado bajo las Reglas de Basilea III.
Impacto de los aranceles y perspectivas
Si bien las amenazas de aranceles por parte de EE.UU. pueden generar incertidumbre y frenar la apreciación del peso, UBS no ve señales de una crisis. La economista destacó que ni siquiera la recesión de 2020 por la pandemia ni la inflación global de 2022 desataron una crisis en México.
Aunque México podría enfrentar un periodo de recesión, sus fundamentos económicos lo protegen de una crisis financiera. Las reservas, la flexibilidad cambiaria y el sistema bancario robusto son factores clave para la estabilidad del país.
