Rusia ha anunciado que comenzará la extracción industrial de litio en 2030, con una producción estimada de 60 mil toneladas métricas de carbonato de litio. Este metal es clave para la fabricación de baterías y vehículos eléctricos, y su explotación se vuelve estratégica en el contexto de sanciones occidentales. Actualmente, Rusia posee 3.5 millones de toneladas de reservas de óxido de litio, la mayoría en Siberia. Aunque el país ha dependido históricamente de importaciones, ahora busca desarrollar su propia industria para reducir su dependencia externa.
El gobierno ruso ha otorgado licencias para explorar tres yacimientos de litio: dos en Múrmansk y uno en la región de Tuvá. A pesar de que Rusia se encuentra entre los cinco países con mayores reservas de metales raros, su producción ha sido mínima, representando menos del 1% del mercado mundial. No obstante, sus reservas equivalen al 17% del total global, lo que la coloca como la segunda nación con más recursos de este tipo, solo detrás de China.
El presidente Vladimir Putin ha impulsado la exploración de metales raros en respuesta a las sanciones internacionales. Rusia estima contar con 658 millones de toneladas de estos metales, pero la explotación se complica debido a los altos costos y las condiciones climáticas extremas. Actualmente, solo un yacimiento en Múrmansk está en operación, mientras que otros proyectos en Yakutia y Tuvá están detenidos.
En cuanto a Ucrania, el país posee un tercio de las reservas de litio de Europa y es un importante productor de titanio. Sin embargo, gran parte de estos recursos se encuentran en regiones controladas por Rusia, lo que ha generado tensiones geopolíticas. Mientras tanto, Estados Unidos ha propuesto a Ucrania un acuerdo para la explotación conjunta de sus tierras raras.
