El año 2025 cerró con un balance mixto en los mercados globales, marcado por tasas de interés a la baja, alzas en materias primas y un dólar debilitado, elementos que reconfiguraron las carteras de inversión a pesar de volatilidades iniciales por aranceles impuestos por la administración Trump y tensiones comerciales, los mercados mostraron resiliencia.
El S&P 500 acumuló ganancias superiores al 15-18%, impulsado por el entusiasmo en inteligencia artificial y tecnología, aunque con correcciones significativas en abril que llevaron a pérdidas temporales cercanas al 20%.Entre las sorpresas positivas destacaron el rally en commodities como oro (superando los 4,500 dólares por onza) y plata, junto con la estabilidad en el crecimiento global.
Analistas de JPMorgan y UBS resaltaron las condiciones financieras favorables y la fortaleza económica como «regalos» inesperados.Sin embargo, sectores como petróleo registraron caídas, y el dólar se debilitó pese a tasas relativamente altas en EU. Hacia 2026, las proyecciones son cautelosas, con expectativas de continuidad en volatilidad pero potencial para nuevos rallies si persisten recortes de tasa





