La producción de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sufrió un drástico desplome en julio, alcanzando el máximo en tres años, debido a un recorte profundo liderado por Arabia Saudita para respaldar los precios del crudo, según un informe de Bloomberg.
De acuerdo con una encuesta realizada por el medio, la producción de la OPEP se redujo en 900.000 barriles por día (bpd) el mes pasado, alcanzando un promedio de 27,79 millones de bpd. Esta disminución es la más pronunciada desde 2020, cuando el grupo comenzó a recortar la producción en respuesta a los bloqueos impuestos por la pandemia de Covid-19 y la disminución de la demanda.
El informe reveló que Arabia Saudita cumplió en gran medida con el recorte prometido, disminuyendo su producción en julio a 9,15 millones de bpd, en medio de datos económicos desalentadores en China y temores de recesión en Estados Unidos. Nigeria y Libia también experimentaron una caída en su producción el mes pasado, reduciendo 130.000 bpd y 50.000 bpd, respectivamente.
Se espera que Arabia Saudita anuncie la extensión de las medidas de recorte hasta septiembre en los próximos días, según lo informado por comerciantes citados en el estudio.
Además, los envíos de Rusia, el principal productor de crudo aliado de la OPEP, se han reducido a su mínimo en siete meses, situándose justo por debajo de los 3 millones de barriles por día, según datos de seguimiento de petroleros citados en el informe de Bloomberg.
En el pasado mes, Arabia Saudita anunció la extensión de su recorte voluntario de producción de crudo de 1 millón de bpd por otro mes, abarcando el mes de agosto, mientras que Rusia anunció simultáneamente una reducción de 500.000 bpd en sus exportaciones para agosto. Estos recortes combinados representarán el 1,5% de la oferta mundial.
La decisión de recortar la producción busca mantener el equilibrio en el mercado petrolero y apoyar los precios del crudo en un contexto de incertidumbre económica mundial y variaciones en la demanda debido a la pandemia del Covid-19. Los movimientos de los principales productores pueden tener un impacto significativo en el panorama global del petróleo y su industria asociada.
