Estudio internacional destaca que el país puede liderar en energías renovables, pero advierte sobre riesgos de neocolonialismo y la necesidad de fortalecer la industria local.
México cuenta con los recursos y las bases industriales necesarias para convertirse en un actor clave dentro de la economía internacional verde, según un estudio reciente elaborado por expertos del Net Zero Industrial Policy Lab de la Universidad Johns Hopkins, quienes anteriormente colaboraron en el diseño del New Deal Verde en Estados Unidos.
En entrevista con La Jornada, los economistas Tim Sahay y Maximiliano Vejares elogiaron el diagnóstico y la dirección del Plan México, impulsado por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero también advirtieron que el país deberá reforzar sus inversiones públicas, desarrollar cadenas de suministro locales y priorizar la capacitación de su fuerza laboral para aprovechar verdaderamente su potencial.
Oportunidades y desafíos:
- Fuerza industrial preexistente:
México ya está profundamente integrado en las cadenas globales de producción de alta tecnología, como en el sector de vehículos eléctricos, baterías de litio, robots industriales y equipo médico avanzado.
A diferencia de muchos países emergentes, México no necesita crear nuevas industrias desde cero, sino fortalecer y escalar su capacidad para generar productos de mayor valor agregado. - Amenaza de neocolonialismo:
Los expertos advierten sobre el riesgo de que, si no se transforma la estructura productiva, México podría quedar atrapado en un nuevo ciclo de extracción de recursos —similar a un neocolonialismo del siglo XXI—, en el que sólo exporte materias primas y dependa de las importaciones de productos manufacturados.
Como ejemplo, citaron que México exporta cobre en bruto pero importa alambres de cobre manufacturados, una brecha que podría y debería cerrarse. - Mercado verde en expansión:
Se estima que el mercado global de tecnologías verdes (paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos, baterías, electrolizadores de hidrógeno y bombas de calor) superará los 2 billones de dólares en la próxima década.
Con el capital extranjero buscando nuevos destinos fuera de Estados Unidos, México tiene una oportunidad estratégica para atraer inversiones si diseña una política industrial inteligente y proactiva.
Plan México: primeros pasos y limitaciones:
- Los analistas reconocen que el Plan México hace un buen diagnóstico por estado y sector, pero las inversiones iniciales son insuficientes en comparación con lo que han invertido otros países como Brasil, que ha captado más de 100 mil millones de dólares en inversión extranjera directa gracias a su política industrial verde.
- Educación y capacitación:
Una debilidad importante del Plan es la falta de un programa robusto para formar talento especializado en tecnologías verdes. Para asegurar el éxito a largo plazo, será vital invertir en educación técnica, formación profesional y actualización de trabajadores. - Desarrollo de métricas y consensos:
Recomiendan establecer métricas claras, incentivos transparentes y mecanismos de diálogo con el sector privado, para evitar que los programas terminen beneficiando sólo a unas pocas grandes empresas («bienestar empresarial») y asegurar que el desarrollo sea inclusivo. - Apoyo internacional:
El equipo del Net Zero Lab colabora con el gobierno mexicano, así como con gobiernos de Brasil, Sudáfrica e India, compartiendo experiencias y recomendaciones para la construcción de una política industrial verde sólida.
México tiene el potencial para convertirse en un líder mundial en energías renovables y tecnologías verdes, pero alcanzar esa meta requerirá un compromiso mucho mayor del Estado en materia de inversión, educación y fortalecimiento industrial.
El país enfrenta la disyuntiva de aprovechar la oportunidad histórica o quedar atrapado en un nuevo modelo extractivo que no genere bienestar económico ni desarrollo sostenible.