El gobierno de Claudia Sheinbaum moderó los aranceles a importaciones asiáticas incluidos en la nueva Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE), tras presión de los sectores industrial y automotriz. Las alzas, pensadas para frenar productos chinos, serán menos severas de lo anunciado inicialmente.
El dictamen, que se votará este martes en el Senado, reduce fracciones arancelarias clave para evitar daños mayores a las cadenas de suministro.
México importa el 20% de sus bienes desde China (frente al 9% de EE.UU.) y el 77% son insumos industriales esenciales, lo que lo hace más vulnerable que Washington ante Pekín.
Expertos advierten que, aunque menos “rudos”, los aranceles seguirán elevando costos al consumidor, desincentivando inversión y arriesgando represalias chinas, en un momento en que el T-MEC está bajo amenaza trumpista.




