La entrada en vigor de los aranceles del 25% a las importaciones mexicanas, decretados por el presidente de EE.UU., Donald Trump, marca el inicio de una guerra comercial que amenaza con afectar gravemente la economía de México. A pesar de los intentos de la presidenta Claudia Sheinbaum por evitar la medida, sectores clave como la agroindustria y la industria automotriz sufrirán consecuencias inmediatas, aumentando el riesgo de una recesión.
Una relación económica altamente dependiente
México mantiene un superávit comercial de 160,000 millones de dólares con EE.UU., y el comercio bilateral anual supera los 800,000 millones de dólares. El 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino EE.UU., representando casi el 30% del PIB del país.
Sectores más afectados
- Agroindustria: México suministra el 80% de los aguacates y el 50% de los tomates que consume EE.UU. También exporta el 70% de sus hortalizas y el 50% de sus frutas.
- Bebidas alcohólicas: La cerveza mexicana es la más vendida en EE.UU., mientras que el tequila mantiene alta demanda en estados como Texas y California.
- Industria automotriz: México exporta el 43% de las autopartes importadas por EE.UU. y más de 3 millones de vehículos anualmente. Sin embargo, la producción está altamente integrada con EE.UU., lo que podría generar interrupciones en el modelo de producción de empresas como Ford y General Motors.
Posibles represalias y riesgos económicos
México podría recurrir al Tratado entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC) para impugnar los aranceles, argumentando que violan los compromisos comerciales. Analistas advierten que las tensiones comerciales podrían escalar y derivar en una recesión, además de poner en riesgo la calificación crediticia del país.
Esfuerzos fallidos para evitar los aranceles
Sheinbaum intentó frenar los aranceles con medidas como el despliegue de 10,000 guardias nacionales en la frontera, la deportación de narcotraficantes y operativos contra el crimen organizado. También intensificó las revisiones de importaciones chinas para aplicar cuotas compensatorias. Sin embargo, estos esfuerzos no fueron suficientes para evitar la imposición de los aranceles.
México se enfrenta a una crisis comercial que pone en riesgo su crecimiento económico. La incertidumbre sobre la duración de los aranceles y la posibilidad de represalias hacen que el panorama sea aún más complejo, con efectos que podrían sentirse en ambos lados de la frontera.