La presidenta Claudia Sheinbaum envió a la Cámara de Diputados el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 (PND), en el que se establecen estrategias y compromisos para el futuro del país. Su objetivo más ambicioso es convertir a México en la décima economía del mundo, lo que requeriría un crecimiento anual del 3%, superando las proyecciones del FMI, que prevé solo un 1.4% en 2025 y 2% en 2026.
Pilares del Plan Nacional de Desarrollo
El documento se basa en cuatro ejes generales:
Gobernanza con justicia y participación ciudadana
Desarrollo con bienestar y humanismo
Economía moral y trabajo
Desarrollo sustentable
Y tres ejes transversales: igualdad de género, innovación pública y derechos de comunidades indígenas y afromexicanas.
Compromisos destacados del PND
Energía: No habrá aumentos en los precios de los energéticos.
Soberanía alimentaria: Se busca reducir importaciones y ofrecer precios justos en productos como la tortilla.
Salario mínimo: Permitirá comprar 2.5 veces la canasta alimentaria.
Sector agrícola: Se modernizarán 200 mil hectáreas de riego, con Sinaloa como uno de los principales beneficiados.
Foco en apoyos sociales
Uno de los puntos más polémicos es que el PND prioriza la expansión de programas sociales. Se prevé aumentar en 39% el número de beneficiarios de pensiones para adultos mayores, personas con discapacidad y el programa «Mujer Bienestar», pasando de 27.9 a 38.8 millones de personas en 2030.
El Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 propone un México más próspero, pero deja muchas preguntas sin responder sobre cómo se lograrán sus objetivos. Para que este ambicioso proyecto sea exitoso, se necesita una planificación más detallada y la colaboración de los sectores público y privado. ¿Será suficiente la visión planteada en el PND o se quedará en buenos deseos?