Mercedes-Benz, el gigante automotriz alemán, ha cortado completamente el acceso de sus distribuidores en Rusia a su software, lo que podría tener impactos significativos en el mantenimiento y la atención al cliente, según un informe del diario Izvestia citando al servicio de prensa del distribuidor de la compañía en Rusia.
Esta acción implica que los distribuidores rusos ya no tienen acceso a los sistemas en línea utilizados para el mantenimiento y la resolución de problemas de los vehículos de la marca. Mercedes-Benz Rusia confirmó la suspensión de acceso a estos sistemas, lo que podría resultar en un aumento de los tiempos de reparación y mantenimiento. Las reparaciones y el mantenimiento ahora se basarán en la «experiencia y el conocimiento acumulados», según el distribuidor.
La retirada de Mercedes-Benz AG del mercado ruso y la venta de sus activos en el país han generado esta desconexión. La compañía dejó de fabricar vehículos en Rusia en marzo del año pasado y, debido a las sanciones occidentales y el conflicto en Ucrania, optó por vender sus activos. El comprador de estos activos ha sido identificado como Avtodom, una cadena local de concesionarios de automóviles.
La falta de acceso al software oficial podría resultar en dificultades con las actualizaciones de las nuevas máquinas y potencialmente conducir a un aumento en el servicio no oficial. Aunque los conductores podrían buscar alternativas para evitar estas restricciones, se prevé que puedan ser atendidos con mayor frecuencia en estaciones de servicio no oficiales y optar por modelos de automóviles más sencillos.
