El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) tienen el «derecho» de explorar alternativas al dólar para llevar a cabo el comercio internacional, señalando que esta iniciativa no solo es válida, sino también necesaria para garantizar un comercio más equilibrado y soberano. En sus declaraciones, Lula subrayó que la decisión de usar el dólar como moneda mundial no fue tomada por consenso global, sino que fue una decisión impuesta por Estados Unidos.
“El mundo no decidió que el dólar fuera la moneda mundial, fue Estados Unidos quien lo hizo. Los BRICS representan casi la mitad de la población mundial y una gran parte del comercio exterior, por eso tenemos derecho a buscar alternativas”, indicó el mandatario brasileño en una entrevista con radiodifusoras del estado de Minas Gerais, en el sureste de Brasil. Con estas palabras, Lula enfatizó la creciente influencia de los países emergentes y la necesidad de diversificar las monedas en el comercio global, para no depender únicamente de la divisa estadounidense, lo que podría ofrecerles más autonomía en sus relaciones económicas internacionales.
En relación con las posibles represalias de Estados Unidos, Lula advirtió que Brasil respondería de manera recíproca si el país norteamericano decide aplicar sanciones tarifarias o aumentos en los aranceles de los productos brasileños. «Si un país aumenta los aranceles sobre los productos de Brasil, nosotros también lo haremos. La Organización Mundial del Comercio (OMC) permite ajustes de hasta un 35 por ciento, y usaremos esa medida en caso de ser necesario», explicó el presidente. Esta postura de reciprocidad refleja una política de defensa de la soberanía económica y comercial de Brasil frente a medidas unilaterales que considere injustas.
Lula también destacó que la dependencia del dólar como moneda principal en el comercio internacional impone barreras comerciales innecesarias y limita la soberanía financiera de los países en desarrollo. Para él, esta dependencia perpetúa un sistema desigual que favorece a las economías más grandes, en detrimento de las naciones con economías emergentes. En este sentido, consideró esencial recuperar la «armonía» en las relaciones internacionales, recordando que las naciones deben poder comerciar y cooperar entre sí sin estar sometidas a un sistema financiero unipolar que responde en gran medida a los intereses de Estados Unidos.
Además, el presidente brasileño destacó la importancia de restablecer un diálogo global más inclusivo, sin excluir a naciones relevantes o mercados emergentes, y cuestionó la actitud de aislamiento adoptada por el expresidente Donald Trump durante su administración. Según Lula, esa postura solo sirve para aislar a Estados Unidos y debilitar su influencia en el ámbito internacional, mientras que países como los miembros del BRICS buscan fortalecer la cooperación multilateral y establecer alternativas que reflejen un sistema comercial más justo y equitativo para todos los actores internacionales.
En resumen, las declaraciones de Lula reflejan su intención de promover una mayor independencia económica para los países del sur global, buscando un equilibrio en el comercio internacional que no dependa exclusivamente del dólar y que respete la soberanía financiera de cada nación.