La aerolínea insignia de Alemania, Lufthansa, ha emitido una advertencia indicando que necesitaría consumir aproximadamente la mitad de toda la producción eléctrica del país si cambiara a combustibles ecológicos como el e-queroseno, según informó Bloomberg el lunes.
El director ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, señaló que los combustibles sintéticos fabricados con energía renovable representan el enfoque más efectivo para descarbonizar la aviación. Sin embargo, advirtió que es poco probable que Alemania disponga de suficiente electricidad verde para producir estos combustibles.
Spohr mencionó que «necesitaríamos aproximadamente la mitad de la electricidad de Alemania para producir suficiente combustible». Además, hizo referencia al ministro de Economía y Energía, Robert Habeck, al expresar sus dudas sobre si recibiría la aprobación para un consumo eléctrico tan significativo.
Los combustibles sintéticos, como el queroseno verde, se consideran la única opción técnicamente viable para descarbonizar los viajes aéreos. La industria de la aviación está trabajando para establecer un mercado para versiones neutras en carbono del queroseno utilizado en la mayoría de los aviones modernos. No obstante, este proceso requiere grandes cantidades de electricidad generada a partir de fuentes renovables para garantizar la neutralidad de carbono.
Esta advertencia de Lufthansa llega en un momento en que Alemania se ve obligada a depender cada vez más de la electricidad importada, ya que no puede satisfacer su demanda con la producción local. La mayor economía de la Unión Europea ha aumentado las importaciones de electricidad este año tras el cierre de las últimas centrales nucleares en favor de fuentes de energía renovable.
Además, Alemania ha enfrentado desafíos debido a la reducción de los suministros de energía rusos, que disminuyeron drásticamente después de que la Unión Europea impusiera sanciones a Rusia en respuesta al conflicto en Ucrania. Antes de 2022, Alemania dependía en gran medida del gas natural ruso para su suministro energético.
Los ejecutivos de la industria alemana han expresado su preocupación sobre la inminente escasez de electricidad, que podría amenazar la competitividad del país como centro industrial.